Ahora que estamos en verano, a 40º en la sombra, llegamos a casa y lo primero que hacemos es encender el aire acondicionado para sentirnos como en el Polo Norte. Pero... ¿qué tipo de brujerías y hechizos hace ese aparato para que, en pocos minutos pasemos de estar asfixiándonos a sentirnos tan a gusto con el frío?
Os lo explico con mis palabras, aunque con el vídeo de arriba, de Decoesfera se entiende mucho mejor: el aire a temperatura ambiente del interior de casa se saca al exterior y se somete a mucha presión para que se haga líquido a la temperatura que debería ser gaseoso. Cuando ese gas licuado vuelve dentro de casa, se libera de la presión y vuelve a estado gaseoso, pero para eso tiene que absorber energía del aire del interior de casa. Este proceso se repite constantemente y produce el frío.
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