La supernova, indicada por una flecha, los días 22, 23 y 24 de agosto. |
Hace 3 días, el 24 de agosto, un telescopio automático del observatorio de Monte Palomar (California), que rastrea el cielo nocturno para encontrar supernovas como esta, captó esta supernova en la galaxia del Molinete (M-101). El sistema informático que gestiona los datos del telescopio difundió las imagenes de la explosión cósmica por los observatorios de todo el mundo y poder realizar un mejor seguimiento de éste.
Estas explosiones se producen cuando una estrella con una masa mucho mayor que la del Sol ha quemado todo el hidrógeno y el horno de fusión nuclear interno no puede contener la presión de la gravedad de la estrella y se colapsa, produciendo esta gran explosión, que puede llegar a brillar más que el resto de la galaxia que la contiene.
Según comenta Mark Sullivan, de la universidad de Oxford, que lidera uno de los primeros equipos que se ha puesto a investigar esta supernova, "Las supernovas de tipo Ia son las que utilizamos para medir la expansión del universo y presenciar una tan cercana nos permite estudiarla con detalles como nunca antes".
El hecho de haber captado la supernova en las primeras horas y haber empezado a estudiarla rápidamente es muy importante para los astrónomos, no solo pora conocer su evolución completa, sino también para observar fragmentos de la estrella y poder determinar de qué tipo era.
Los científicos creen que la supernova podrá ser vista en menos de 10 días con prismáticos, y que es la supernova de tipo Ia más brillante de los últimos 30 años.
Fuente | El País
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